El incidente que habría comenzado hace 48 horas dejó un total aproximado de 30.000 víctimas fatales, sin embargo autoridades informaron que las cifras oficiales indican tan sólo 297 muertos. Esta cantidad ridicula y sarcásticamente menor está basada en el último censo de la región norte realizado ya hace 35 años y sólo fueron contabilizadas aquellas personas que se encontraban anotadas en ese entonces.
El ataque habría comenzado a las 3 de la mañana del día jueves cuando un grupo de 10 narcotraficantes intentó asaltar un camión con 30 toneladas de letimina, componente escencial para la fabricación de armas neuroquímicas. Ante este acercamiento los fabricantes de armas ilegales devolvieron inmediatamente el golpe desatando el infierno de una batalla de 35 horas seguidas de fuego. Si bien entre los delicuentes de ambos bandos sumaban unas 35 personas, el alto equipamiento armamentístico los protegió durante casi todo el enfrentamiento que concluyó cuando finalmente fallaron sus escudos por falta de energía. Sólo uno de los involucrados en la embestida logró sobrevivir e informó de lo acontecido a miembros de esta editorial, antes de ser sido capturado por las fuerzas policiales por las que fue torturado y finalmente asesinado en el canal de televisión gubernamental.
El resto de las víctimas, todas ellas civiles, no pudieron ser reconocidas, debido al alto poder corrosivo de la letimina. En estos momentos se están llevando a cabo infinidad de ceremonias religiosas en diferentes ciudades de la región norte en conmemoración a las víctimas, aún bajo el riesgo que ello implica, es que desde la prohibición de todas las religiones de la tierra, cualquier acto de culto es sancionado con la pena de muerte y ejecución inmediata de todos aquellos participantes sin importar su edad, condición o estrato social.
Por su parte el gobierno ha informado un plan de compensación y asistencia para los familiares de los sobrevivientes en un acto realizado esta mañana por el emperador mientras inaguraba un nuevo estadio polideportivo con capacidad para 500.000 personas. Sin embargo hay que tener en cuenta que sólo alcanzará a los cercanos a las 297 victimas oficiales. Durante dicha inaguración y mientras el mismísimo emperador pronuciaba su discurso miles de manifestantes fueron asesinados por fuerzas militares, en cumplimiento del plan oficial Protesta Cero, cuando realizaban actos pacíficos en reclamo de la toma del control de la región norte y la detención de los líderes narcos y traficantes ilegales de armas.
Investigaciones periodisiticas indican que este año los muertes civiles podrían llegar al millón entre los caídos bajo el cuestionado plan gubernamental antiprotesta y las víctima de los traficantes altamente equipados.
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